En aras de facilitar el entendimiento del trabajo realizado en Tartessos por nuestros peritos calígrafos vamos a acercar al lector, de manera general, a esta disciplina que aplica las técnicas de investigación de las ciencias actuales en el examen del material documental relacionado con un presunto hecho delictivo. Dicho examen se realiza en auxilio de los miembros integrantes de la administración de justicia, cuya labor encierra en numerosas ocasiones una complejidad que va más allá de su preparación meramente legal.

La figura del perito calígrafo se remonta al siglo XIX, cuando la enseñanza de la caligrafía era una parte importante del aprendizaje en las escuelas. Estos profesores eran los mayores conocedores de la escritura a mano, los expertos en esa materia, y era a ellos a quienes las autoridades solicitaban la elaboración de los llamados informes periciales caligráficos. Esa reminiscencia del pasado es la razón por la cual a nuestros expertos en grafística y documentoscopia se los conoce como peritos calígrafos. Esta disciplina evolucionó enormemente con el devenir de los años, entrelazándose con las más avanzadas tecnologías en la disciplina de la criminalística aplicada al análisis documental.

Esa es la figura del perito calígrafo a grandes rasgos, un experto en criminalística documental. Pero, ¿qué es la Criminalística? La Criminalística, en palabras del profesor Luis Rafael Moreno González, es “el conjunto sistematizado de conocimientos científicos que auxilian a los encargados de procurar y administrar justicia en el esclarecimiento de la verdad histórica de los hechos sometidos a su consideración”. La Criminalística es por tanto una ciencia fáctica, pues se centra en el análisis de los hechos, generando un conocimiento verificable.

Un error muy común es confundir la Criminalística con la Criminología que, aunque complementarias, son disciplinas diferentes. La Criminología se centra en el estudio del móvil que condujo al delito, determinando los factores que conforman la conducta del delincuente, antes y después de la comisión del delito. La Criminalística limita su acción a los hechos resultantes de esa conducta, verificando el delito y el delincuente de manera científica, sin detenerse a valorar el móvil o conducta del sujeto como correspondería a la criminología.

Centrándonos ahora en la función del perito calígrafo, sería conveniente definir las disciplinas involucradas en el análisis científico documental per se: la grafoscopia y la documentoscopia.

La grafoscopia es el análisis y estudio de los documentos manuscritos. Esta disciplina se centra en la determinación de la correlación entre los gestos gráficos objeto de examen y el presunto autor de los mismos. Al escribir, nuestro trazado muestra ciertos rasgos que se repiten de manera constante e involuntaria, siendo imposible disimularlos o desprenderse de ellos enteramente, y es precisamente esto lo que delata a todo falsificador. El falsificador intentará reproducir dichos grafismos en la medida de lo posible, pero, aunque consiga imitarlos en gran medida, jamás podrá deshacerse de los suyos propios, que acabarán inevitablemente asociando dicha escritura a su autoría.

La documentoscopia en cambio (o documentología según algunos autores), se centra en el examen del documento moderno en relación con su materialidad (papel, útil escritural, tipo de tinta, etc.), con el objetivo de determinar si ha sido alterado en forma alguna. Mediante técnicas metodológicas y científicas, el experto en documentoscopia estudiará la naturaleza verificable del documento, es decir, los elementos que lo conforman.

Estas técnicas y disciplinas modernas son las herramientas de las que se sirve el perito calígrafo en su lucha contra el fraude documental, y es precisamente la grafística o pericia caligráfica la disciplina encaminada en exclusiva a la determinación de la autoría de una escritura o firma. El perito calígrafo analizará el manuscrito o signatura cuestionada para determinar su autenticidad y autoría. Este análisis se basará en aquellos rasgos escriturales inconscientes del sujeto o lo que se conoce como la motricidad automática del ejecutante.

Cada individuo posee una escritura característica y diferente a las demás, resultado de un acto neuromuscular guiado por el cerebro, cuyo funcionamiento difiere en cada persona. Esto determina que la totalidad de los rasgos escriturales propios de un sujeto sean irrepetibles e inimitables.

En cambio, cuando se trate de escrituras realizadas mediante elementos mecánicos, la grafística empleará en su análisis comparativo otros métodos físicos y/o químicos, así como el empleo de un instrumental de laboratorio específico para este tipo de documentos.

En definitiva, el perito calígrafo tiene como función el determinar:

• La autenticidad o falsedad de un documento.
• La autoría de una firma o manuscrito.
• El origen gráfico de una firma o escritura.
• La matriz a la que pertenece un documento.
• La posible alteración de un documento.

El análisis de estos parámetros es expuesto en informes periciales, que reciben diferentes denominaciones dependiendo de su objeto. Así tenemos:

• Informe pericial caligráfico: aquellos en los que se analizan manuscritos, firmas, textos anónimos, cifras, etc. Los casos más comunes son aquellos en los que se precisa determinar la autoría de un texto o firma manuscrito y la autenticación de testamentos ológrafos. Hay casos más complejos en los que es necesario determinar la antigüedad de una parte de la escritura en relación con el resto del texto e incluso con que mano se ejecutó dicha escritura.
• Informe pericial documentoscópico: aquellos en los que se determinan las alteraciones del documento, ya sea en parte o en su totalidad. En este tipo de informe se suelen analizar los elementos conformantes del documento físico, como por ejemplo el soporte (papel u otra superficie), tipo de tinta, útil escritural empleado, etc. Los casos más comunes son aquellos en los que se requiere el examen de fotomontajes realizados mediante medios informáticos, fotocopias de textos mecanografiados, análisis y comparación de tintas, recuperación de texto borrado o dañado e incluso supuestos más complejos en los que hay que identificar la impresora que se utilizó en la creación del documento.

Estos son los dos informes más comunes, aunque a veces se requiere un tipo mixto de informe pericial para el análisis de falsificaciones más complejas en las que interactúan elementos manuscritos y mecánicos.